Una escapada a Trinidad es la promesa de un verdadero viaje en el tiempo. Esta ciudad patrimonial cubana, fue la tercera villa fundada por los colonizadores españoles en la Isla, exactamente en enero de 1514 bajo el nombre de Santísima Trinidad.
Se encuentra en el centro del país, en la provincia de Sancti Spítirus, de la que es su principal destino turístico.
Trinidad, junto a su conocido Valle de los Ingenios es Patrimonio Cultural de la Humanidad, y ha sido llamada también Ciudad Museo por ser una de las mejor conservadas de Cuba y América Latina. De ahí que visitarla sea todo un desafío al dios Kronos.
Asimismo, otros reconocimientos avalan su trascendencia: el título de Ciudad Artesanal del Mundo otorgado en 2018 por el Consejo Mundial de Artesanías; y el de Ciudad Creativa, en Artesanía y Artes Populares, concedido por la Unesco en octubre de 2019.
Esta encantadora villa mantiene la estructura y construcciones de antaño. Observar las fachadas de las casas, las calles angostas y empedradas, la artesanía típica con tejidos impresionantes reinando en cada esquina, es un regreso a la época colonial y al auge de la industria azucarera que tuvo aquí uno de sus mejores escenarios.
¿Qué hacer en Trinidad?
Recorrer la villa y su Centro Histórico es un fascinante viaje en el tiempo. Lo mejor que con Flavitour podrás conocerlos todo. ¿Qué lugares no te puedes perder?
- Plaza Mayor: corazón trinitario donde podemos encontrar la Iglesia Parroquial Mayor o de la Santísima Trinidad, elemento imprescindible de la villa. El centro de la plaza tiene un decorado impecable que remonta a mediados del siglo XIX cuando fue inaugurada. Es un lugar mágico para hacer hermosas fotos y llevarte los mejores recuerdos de la ciudad.
- Museo Romántico: En los alrededores, las casas señoriales más importantes de entonces le esperan convertidas en museos. El antiguo Palacio Brunet hoy Museo Romántico atesora una de las más valiosas colecciones de artes decorativas de Cuba.
- Museo de la Arquitectura colonial: En tanto, la otrora casa de la familia Sánchez Iznaga, conocida como la Casa Azul, se erige como Museo de la Arquitectura colonial, único de su tipo en el país e importante institución cultural.
- Palacio Cantero: Museo municipal e institución cultural, uno de los edificios más atractivos de Trinidad. Su arquitectura responde a los gustos cosmopolitas del siglo XIX por lo que resultó en una esplendorosa vivienda en su época perteneciente a un rico hacendado azucarero. Dicha majestuosidad se conserva en varias salas del museo que recuerdan la vivienda señorial. Otros espacios se dedican a la historia de la villa, del desarrollo de la industria azucarera de la que fue epicentro, entre otros temas que revelan el devenir de esta curiosa ciudad en la que casi se pueden escuchar aún ñas campanas de los ingenios, o los quitrines recorriendo el empedrado.
- La Canchánchara: el sitio ideal para saborear auténtica cubanía. Esta taberna fue inaugurada como tal en 1994 y es uno de los sitios más concurridos de la ciudad. El inmueble fue uno de los más notables de su época, alto exponente de la arquitectura trinitaria de los siglos XVIII, XIX y XX. La canchánchara es un antiguo coctel cubano que data de las luchas independentistas contra España, empleado para mitigar el frío y la dura vida en campaña. Se elabora con miel, limón, aguardiente y agua; aunque ahora se sirve con hielo, en esa época se tomaba caliente. Se sirve en vasos típicos de barro, diseñados para ese coctel que semejan las vasijas de antaño.
- Valle de los Ingenios: este paisaje de más de 250 kilómetros de extensión, también Patrimonio Cultural de la Humanidad, completa el regreso en el tiempo a la época de esplendor del desarrollo de la industria azucarera en Cuba. En más de 70 sitios arqueológicos se conservan restos de los ingenios y trapiches donde hubo moderna tecnología para moler la caña, de los barracones donde vivían los esclavos, las casas señoriales, diversidad de objetos e instrumentos de la época, en fin, un escenario de novela. La vista desde el mirador es impresionante como pocas, y se le añade adrenalina si te sumas al canopy tour de 1200 metros de largo, una oportunidad especial para poner el valle “a tus pies”.
- Playa Ancón: otro escenario espectacular digno de una típica playa del Caribe, transparente y cálida. Ideal para el snorkel y el buceo gracias a la variedad de arrecifes coralinos y restos arqueológicos de la época colonial que guarda su fondo marino.
De manera que Trinidad es uno de los destinos turísticos imperdibles de Cuba. ¡No lo dejes escapar!